La potencia feminista está escrita en clave de investigación militante, en medio de las asambleas y los paros, en diálogo con compañerxs de todo el mundo, formulando interrogantes y elaborando ideas desde dentro de las dinámicas organizativas. En ese sentido, la huelga como concepto y como experiencia colectiva le sirve de lente para delimitar algunas problemáticas actuales del movimiento feminista y de la teoría política en general: un diagnóstico que permite poner en conexión las violencias machistas con las violencias económicas, financieras, políticas, institucionales, coloniales y sociales; la necesidad de componer las rebeldías, desplazando la retórica de la victimización; una impugnación concreta a la razón neoliberal.